DESASOSIEGO.

Llevo varios días en coma, el suelo no me levanta y sólo despierto al amanecer cuando el silencio existe bajo las cobijas, abro los ojos cuando la lluvia se sumerge bajo ellos.

No hay una sola estación del tren en la que encuentre calma,
llevo caminando desnuda varias tormentas, parece que el cuerpo se deshiela y se vuelve agua,
no encuentra un río y se vuelve nube, pasea con el tiempo, desde arriba todo se ve muy ajeno.

Los recuerdos llegan embravecidos a los sueños,
¿quién al dormir puede librarse de soñar?
¿quién al vivir puede librarse de recordar?

Respirar, que no es lo mismo a encontrarse.
Mantenerse atrás, al margen del cielo, 
de la catástrofe que representa volar cuando el alma desea desprenderse. 

Aquí está, 
aún lo mantengo vivo. 
Es el motor.